El fronterizo, 1887-07-09 |
Previous | 1 of 4 | Next |
|
small (250x250 max)
medium (500x500 max)
Large
Extra Large
large ( > 500x500)
Full Resolution
|
This page
All
|
Loading content ...
1-Tt 1 A i .J RONTERIZO e Semanario de Política, Industria, Comercio Variedades, Anunciosi &c. &c. ANO IX. TUCSON. ARIZONA. E. U.. SABADO JULIO 9 DE 1887. NUM. 448 "ÉL FRONTERIZO." pe pnblica todos loe (Aliados por U tnnnnn. lok comunicado d" interés eencral e Inscrtnran pralts: los de interés pnclica-lar k pn'clos convencionales. Condiciones. rfíKcios rK sn.HcwTCio PAGOS ADELANTADOS pr nn ano Keis jneses Tres nieges Mr A wm a m 6 t-líltll& 2.1KI 1.2." .15 a los misernorc s ele esta cuidad se les iw i. A Ion de fuera se les remitirá franco d pone en los Estados j l nidos FIVECIOS IK ASCSCIOS Por cada diez linea primera """r- llOI!. 1 ur cada rcpeltioiou " CARLOS I. VELASCO. HEIACTOKY rnnl'IKTARlO MOVIMIENTO DE COKUEOS Ektiia y pai.e roño? oa pías Para todas fartes TOMAS. A. FREGOSO INGENIERO CIVIL IIERMOSILLO SONORA H. CREPIN. DODTOR EN MEDICINA Y CIBUJiA. Oficina en la casa de'Ochoa esqui ñas de calles de campo y Estone. Avenue. Dr. J. M. A. i! Puoso. ICeiico y Cirujano --f sff.'IAl 1STA EN E.NFKKM I'.KA DES " DE 8KSORAS Y NlSoss . frsn,ii oleina dmii consultas gratis I H á los pobres ludo dias de 3 a 4 Ue JLiZA 1 anle, ... - F.i-'a fllspoesto a visitar enfer. wsoa dentro y fuer del lugar. NO'jíAIjE'J A. T. MOBLE V A VEN U E Dr 8. 1 Pucso.. Arizona,-409 Calle del Congreso Tiene mas de 25 nfios de practica Dr. N H. MATAS MEDICO Y CIRUJANO DE PARIS Y NEW OTtLEANS Fspeelaltsla ín parto t en toda clnse rte enterniedales de Iil mu eres: eiifurinmla des de los oíos y de loa oréanos gcnital-'S de lor los sexos. iM-actica operiiL-loneH'diariamente en las pter.it de su deHpuclio. Oficina en la calle de Penlngton, Sum. i Hora de consulta: de las ion las 1J .le la mañana y de las a las 4 de la tuide. -Tie ne siempre vacuna frese W. YBERRI. COKKISSION And Custum-house Agsnt, Comisionista, y agente de ADUANAS Y DEL BANCO NACIONAL EE HZZICO Guaymas, No. 52 Calle del Muelle Y en Nogales, Sonora. CASINO DEL COMERCIO. IIERMOSILLO, SONORA. Cuartos bien amueblados Unifico Restaurant Donde se sirves, Bien condimentadas, comidas a la Espafin!:t, a la Francesa y a la Inglesa. Anexa al Restaurant, hay una bien abastecida CANTINA De los mejores Vinos y Licores europeos y americanos. m ELEGANTE Salón de Billar. paraMos que do ecen distraerse y pasar los ratos de ocio. Los precios son sumamente módicos; cobrándose solo UN PESO CINCUENTA GTS. diario. J-rancdco Arícalo. Agua! agua! La compañía de ama de Tucson está en la esqui na de las calles ístone Avente y Ochoa. Superintendente A. Cronly iise ía nao la prrAO! tí MUY BARATO!! (oo) kp(1'isa de V -í " Churh y Conqreso f Los nial parados miembros aun están en sus puestos, para al fin quedar esparcidos por los vientos. El general en su puesto d;í ordeños de cortar, de segar á derecha e izquierda hasta que so rinda el último! Los'efectos estaran marcados a tales precios que harán competencia a un ciclón de Kansas! Con la costumbre de 'Mirar antes de Resbalar" y con la plena confianza de que el dinero que inviertan les dará un buen resultado. Al reclamo que hace una Casa do Negocios por el patrocinio. Diré algunos buenos puntos en este respecto. BE FKIEiTjE! Cuando les embargue la atención algunos magníficos efectos, en donde está una honesta y leal per sona, que sostiene su reputación. MARCHEN! Cuando les aseguro que positivamente rehuso consentir que algún otro venda mas barato quo yo. Cuando llegen a la tienda que al informarse con ser bien Y extiendan la vista sobre el hermoso surtido de verano del Muchacho Huérfano, que es por cierto tan simpático como cualesquiera otro que o.jos hayan visto. FIKRMES! O sentados, como gusten, porque tanto yo como mis dependientes damos la bienvenida, y tratamos de hacerlos estar como en su propia casa. Para que se Ies ofrescan precios y grandes atracciones; cuando inspeccionen nuestro surtido ESCARCHEN! Lejos de si el perjuicio, y cómprenme á mi los efectos quo necesiten, cuando yo los convenza que Jes interesa hacerlo así. jaJ?IPEJJJ) FILA! V lleven a su casa las compras que hayan hecho, pero no se olviden do volver a la tienda del Huérfano cuando necesiten algo de Ropa, Sombreros, Lencería, Botasi y Zapatos, Baúles, Sacos de viaje Efectos de Fantasía, Ropa Interior para caballeros, etc. etc. No ofresco ningún articulo a menos del costo, no. Tengan presente que no se engaña a nadie en la tienda de JOSEPH P. LONERGAN Sucesor de Lonergan, ITolmcs y Cia. Esquina do las calles Churh y Congres. Estrictamente un Solo Precio láscate 1 que esto reclamo hace,por migo, están no lejos de retribuidos. I! I José Mana Leyva Cajeme- (Apuntes biográficos.) (Continua.) Por lo demás, la persecución contini'aba sobre ellos incesante: so comprendía la necesidad de no dejarles un momento de descanso y no se les dejaba. En los primeros dias de Noviembre los Generales Hernández y Topete emprendieron una nueva expedí eion por ambas márjenes del Yuqui, por los Iug.ire3 que algunos prisioneros señalaban como giiari das de los indios. Durante catorce dias que duró esta operación hubo varios tiroteos con pequeñas partidas de yaquis que aparecian por los bosques y huían sin hacer gran resistencia," se les cojieroa como 300 prisioneros, entre ellos el General del pueblo de Vfcaui. En seguida, el General Hernández destaco tres columnas con 200 hombres de iu íanterla y el 1er- Cuadro de R3-gimiento, dos por un lugar llamado el Buiaru.uo y la tercera hácia las inariímas de la Pitahaya. Eas dos primeras encontraron en el Buiarume un grupo contiderable de Indios dispuestos á defenderse; se trabá el com bate y fueron derrotados perdiendo doce muertos. El suegro de Cajeme, uu indio de edad ya muy avanzad. i de nombre Ta-chino, salió herido en esto encuentro y murió poco después. Por lo bien armados que estaban estos r.dios y por sus vestidos, se creyó que seriau la escolta personal de C.ijeme. A fines del mismo mes de No. viembro, el Coronel Rincón ba. tió á varias partidas de rmyos en terrenos da Yueuribampo y el Carrizo, tomándoles 37 prisioneros y haciéndoles seis muertos.' Eu Diciembre, otra partida le mayos atacó un peq'ieñ ) destaca mentó que había en Santa Cruz, poro fueron rechazados y perdía ron algunos muertos. En el Ya q u i habia sido y continuaba siendo t;in a'jtlva y tan terrible la persecución contra los restos de aquefia heroica tribu, que los grupos de ella que aún se conservaban orinados, no piulíen do, una vez mus, sostenerse en las márgenes dvl rio, repitieron la operación Ue volver íi la sierra del B.icatete, coa la esperanza de encontrar un refugio mas se guro en la montaña y do poder proveerse de alimentos ejecutin do algunas salidas, ora por el valle de (Jtiaymas, ora por los rau dios situados al Norte de la cordillera. No mejoró en la sierra la situación de aquellos djsgra-cidos, pues ademas tlel hiuiljre teman que sufrir un invierno riguroso sin tener ni harapos pira cubrirse. Acosados por la mas premiante de todas las neeesida des, salieron de la sierra la luche del 6 de Diciembre mas de 200 indios, llegaron íl la pequeña hacienda de la Jaimea y so lleva ron como 100 fanegas de maíz y 40 bueyes, recurso precioso para ellos eu aquellas circunstancias. Bien caro lo pagaron, p;jr cierto. El piquete del 11 . Regimiento que estaba situad j en la Misa y algunos vecinos de esta haciea lia, los persiguieron inmediata mente, los lcan.irou ya internándose en la sierra y les hicieron siete muertos. No fué eto todo, pues en seguida' la misina-fuer.. del ll3. y 30 hombres del E -ado que mandaba el Ca. pitan Ignacio Ramos emprendieron una campaña sobre la sierra y en diversos tiroteos mataron 30 indios y recojieroii algunas armas y animales. Ademas, el General OLero por la parte de la cordillera que se llanaa el Tácale, valió varias par tidus de yaquis haciéndoles 17 muertos. I.is miserias quo sufría la tri. bu, hablan llegado al ultimo gra do de exageración. Sin h iber podido sembrar, porque no se los permitió la campana, consumidos ya los ganados de una mane ra completa y sin poder proveerse de alimentos en ninguna parte, 103 indios se morían do hambre. Sin ropa para abrigarse, sin habitaciones. obligados & huir siempre y en medio de un invierno rigoroso, sufrían horriblemente por el frió. Era una fortuna para ellos encontrar un campo de bledos y tener tiemp para recojer la semilla y hacer con ella un alimento grosero é in suticiente que comían con avidez. El bledo, que es un mal forraje para las béstijs, era para lo9 Indios un regalo. Para escaparse del frío por la noche sin encender fuego que los descubriera al enemigo, hacían escavaciones en el suelo, se acostaban en ellas de jando fuera solamente la cabeza y se cubrían con la tierra que ha bian removido. Así, medio se pultados, escapaban siquiera del viento helado de la noche. Muchísimos eran los que habían muerto en la guerra y sin duda eran todavía mas los que habían perecido por el hambre, el frió y la viruela. Varios de los gefes habían muerto, entre o-tros los Gobernadores de Víc.im Bicum, el suegro de Cajeme y el geftí de caballería yaqui Luis Miranda. Eos quo aun qnedaban no tenían mas perspectiva que una muerte segura íi manos de las fuerzas perseguidoras ó, lo que era todavía mil veces peor, por el rigor de la miseria. Eos indios comprendían perfec ta mente bien esta situación, como que veian todos los dias los estragos Ue ella, y aunque los mas obstinados insistían aun en llevar adelante una defensa imposible, muchos de ellos comenzaron íi presentarse en los campa mentos pidiendo la paz. Ka Di ciembre se presentaron en Cójo-rit, de una sola vez, mai de 100 guerreros armados y otros muchos sin armas. Con estos indios que se presentaban y los prlsíone ros que se cogían, era ya muy considerable la cantidad de ellos que habia en los campamentos: solamente en Cócorit se contaban mas de 4,000. Ea situación eu que llegaban á la presencia de las fuerzas era conmovedora en extremo. Pálidos, descarnados, hambrientos y desnudos, pare-clan espectros quo aeabiban de dejarla tumba. Eos soldados y los gefes los veían con lástima, leí daban de comer y era ya tal la f tita de costumbre de alimentarse, que muchos de aquellos in felices, que devoraban con avidez cuanto les daban, morían en seguida de haber comido. Así, era necesario cuidarlos dándole j los alimentos con precaución para nutrirles pojo á poco. Sin em barga de aquella miseria tan grande, nunca se les oí i proferir una queja y la soportaban con verdadero orgullo. Ni los niños revelaban j imás con el llanto el hambre que los devoraba y que te nia sus cuerpos macilentos y enju tos. La soberb ia de aquella raza J altiva no se doblegaba ni ante a-quel infortunio sin ejemplo. Estaban vencidos, enteramente ven cidos 6 impotentes, pero no humillados ni abatidos. J,a granáis vería de la tribu, creyendo igno minioso el acercarse al vencedor para deberle un puñada de maíz, habia preferido 6 seguir defendiéndose eu ios bosques hasta no quedar uno vivo ó salir clandesti ñámente de la sierra y del rio pa ra venir & las haciendas y poblaciones del interior ít buscar la vi da con su trabajo. Sa vieron por entonces en Guaymas, Hanuosi-llo y otros lugares, muchos indios extenuados por la miseria, hambrientos, casi sin poderse sos tener, buscando qus comer al am paro de los de su raza que viven constantemente ea dicha3 poblaciones.El General Martínez hacia lo? J mayores esfuerzos para poder ali mentar aquella multitud hambrienta. Consiguió que el Gobierno General mandara abonar diez centavos diarios para cada Indio, pero como esto, aunque era un alivio, do era suficiente para mantenerlos, ti Gobierno del Estado teaia, por su parte, que estar remitiendo constantemente al Yaqui subsistencias para aquellos desgraciados y manta para que cubrieran su desnudez. El Gobernador Torres promovió en el comercio de Guayaras una suscriciou en favor de los indios y consiguió reunir dos mil peso-, suma que se iuvertió por una jun ta de comerciantes nombrada con ese fin en remitir á los yaquis so metidos en los campamentos, algunos víveres y ropa, que mucho les sirvieron en su desespera da situación . Ea guerra, evidentemente, estaba concluida con el aniquilamiento de los indios, pero como el General Martínez conocía la tenacidad de estos y Cajeme aun permanecía entre ellos, compren dió que era necesario no dejar un solo grupo de yaquis léjos de la vigilancia de las fuerzas, porque en la primera oportunidad que ee le3 presentara podían de nuevo empuñar las armas y prolongar todavia mas x lucha. Eas márgenes del Yaqui, fuera de los campamentos, estaban desier tas; por ninguna parte se encon-trabi un solo indio íl no ser los que estaban sometidos 6 prisioue roa, bajo la vigilancia Inmediata de las fuerzas y era necesario bus car, donde qui3ra que estuviera, el resto de la tribu, reuniría don de pudiera ser vigilada y hacerla comprender que no se trataba ift su exterminio. Muchos eran los indios que se habim refugiado en Guaymas, Hermosillo y las ha ciendas agrleol s de ambos Distritos, muchos eran también los que habia en los campamentos, pero aan no eran todos, faltaban tal vez, los mas guerreros, los mas obstinados, y, sobre todos, Cajeme y varios de sus mas importantes lugartenientes que, mientras no fueran aprehendidos, constituían un serio amago a la tranquilidad de los ríos. El Gral. Martínez tuvo noticia de que en las islas del Siari y de Lobos, muy cerca do la costa del Golfo de Corté, se habían refugiado muchos indios con algunos de su3 cabecillas y entro ellos Ca jeme, y dispuso hacer una expe dieion á aquellos lugares. El 25 de Diciembre el Coronel Lorenzo Torres, se embarcó en G uaymas en el vapor nacional Demócrata con algunas fuerzas y el 28 lo si mio el General Martínez en el Jíorriyan, vaporcito de la com pañía minera del Boleo, en la Baja California. El Co ronel RIn con habia recibido órden de mar char ñor tierra y reunirse en el Siari con el Coronel Torres, pues la faja de agua que separa & a-quella isla de la tierra, es vadea ble en las bajas mareas. El Coro nel Torres logró desembarcar en ella, recegió algunos indios y los condujo a bordo del Demócrata; desembarcó, asi mismo, en otra isla llamada El Piano y recogió allí otros indios y el General Mar t itiez hizo igual operación en la isla de Lobos, reuniendo en jun to una cantidad como de 400indios-. Casi al mismo tiempo que se practicaban esas operaciones el General Hernández emprendió una expedición sobre la sierra y tuvo la fortuna de que se le presentara una multitud como de 1,000 yaquis & quienes trasladó al Médano. Parece que Cajeme estaba en el Rica te te con una escolta y cuando iba & ser aprehen dido se defendió y logró huir per seguido por 30 caballos del 1er Cuadro de Regimiento. De Hermosillo salió una pequeña fuerza de caballería dol Estado procu rando cortarte la retirad hicia la froutera, pero sin obtener nin gun resultado, pues Cajeme era una especie de fantasma que se desvanecía como una sombra en el momento de ponérsele la mano encinal. (Continuar á.) MEXICO Su III ma. el Sr. Obispo de Zx mora, se ha restablecido comple tatúente de las heridas que le in firio el Bachiller Pablo Roja?, cuya demencia se ha comprobado. Eu una corrida de toros en Fuebla acudió el pueblo en masai y como se aglomeraran en las paer us pretendiendo entrar, el oSuial que mandaba el pelotón que daba guardia, mandó hacer fuego sobre la multitud resultando numero sas vijUmis de tal auto de salvji jísmo. El oficial ha sido reducido a pricion y mereee que se le fusile. El Sr. Eulogio G. Gillow, fue nombrado recientemente o. hispo de Oaxaca, y proxtmameu te será consagrado en unos de los principales templos de la ciu dad de México. El 18 del presente es el aui versario de la muerte del inolvl dable C. Benito Juárez. Ha sido autorizado Dn. Al fredo Suarez para pescar caimanes en los rios y esteros del rio Colorado aSit Blas, y desde Ma ta moros a Tuxpan. Se le ha expodido patente de retiro al Geueral Ramón Reguera que está en el hospital de dementes de México r Las siembras de raaiz y fil jul en San Juun del Rio, Queré-taro, 6e han perdido en su ma yor parte r-.r las heladas, ia llu vía y el granizo. ?gUI . caso ha sucedido con las siembras de- tri go en el Estado México; primero por efecto de la sequía y después por las fuertes heladas qus cayeron en Abril y Mayo. Muchos perjuicios y aun dea gracias personóles, en considera ble numero, han causado fuertes lluvias en los Estados de More-los, Jalisco, Puebla, San Luis l'o tosi, Veracruz, Zacatecas, Gua-najuato y Aguascalíentes; muy principalmente on los cuatro pri meros de dichos EstadoJ, donde han quedado centenares de familias reducidas a la miseria. El Congreso de Durango aprobó las reformas a la ConstI tucion federal eu el sentido da la reelección. También en el Estado Oaxa ca han sido las lluvias abundan tes y causado muchos perjuicios. CURIOSO. Los periódicos de medicina de París señalan un hecho patológico de los mas curiosos entre loa hasta ahora registrados en su género.Una niña de doce años se tragó hace siete años un paquete de agujas de acero, sin que desie entonces se haya sentido molesta da por esa absorción insólita. Hace pocos dias que la niña acariciaba & su madre, cuando de repente, al abrazarla, grito éi ta: Me hace3 daño, Juanita, ten" cuidado. Tienes agnjas en las manos? Ay Dios mió! gritó la niña; y se apercibió que le salía u-na aguja de entre la comisura de la uña y la carne. Luego slg-uie ron otras seis; Al día siguiente salieron 20, y asi sucesivamente los dias poste riores. La pobre niQá ha devuel to poco a poco el paquete absor bido siete años Antes. Su estado no inspira ninguna inquietud, y las agujas han sido entregadas á la Academia de Me dicina, sin que ninguna se halle oxidada. TEME LOE ES. -Continúan sin tlendoso ea Eavispa con bastante fuerza y lo mismo en Arizpe.
Object Description
Title | El fronterizo, 1887-07-09 |
Description | El fronterizo, 1887-07-09; Volume 9; Number 448 |
Description- | Published in Tucson, AZ once a week. |
Publisher | Carlos Y. Velasco |
Contributors | Editor: Carlos Y. Velasco |
Date | 1887-07-09 |
Type | Newspaper |
Source | Newspaper |
Language | Spanish |
Relation | Historic Mexican and Mexican-American Press |
Coverage | 1882-1884, 1887-1897, 1904-1908 |
Rights | The contents of this collection are available to the public for use in research, teaching, and private study. U.S. Copyright and intellectual property laws may apply to the resources made available through this site. |
Description
Title | El fronterizo, 1887-07-09 |
Description | Page 1 |
Description- | Published in Tucson, AZ once a week. |
Publisher | Carlos Y. Velasco |
Contributors | Editor: Carlos Y. Velasco |
Date | 1887-07-09 |
Type | Newspaper |
Source | Newspaper |
Language | Spanish |
Relation | El fronterizo, 1887-07-09 |
Coverage | 1882-1884, 1887-1897, 1904-1908 |
Rights | The contents of this collection are available to the public for use in research, teaching, and private study. U.S. Copyright and intellectual property laws may apply to the resources made available through this site. |
Full-text | 1-Tt 1 A i .J RONTERIZO e Semanario de Política, Industria, Comercio Variedades, Anunciosi &c. &c. ANO IX. TUCSON. ARIZONA. E. U.. SABADO JULIO 9 DE 1887. NUM. 448 "ÉL FRONTERIZO." pe pnblica todos loe (Aliados por U tnnnnn. lok comunicado d" interés eencral e Inscrtnran pralts: los de interés pnclica-lar k pn'clos convencionales. Condiciones. rfíKcios rK sn.HcwTCio PAGOS ADELANTADOS pr nn ano Keis jneses Tres nieges Mr A wm a m 6 t-líltll& 2.1KI 1.2." .15 a los misernorc s ele esta cuidad se les iw i. A Ion de fuera se les remitirá franco d pone en los Estados j l nidos FIVECIOS IK ASCSCIOS Por cada diez linea primera """r- llOI!. 1 ur cada rcpeltioiou " CARLOS I. VELASCO. HEIACTOKY rnnl'IKTARlO MOVIMIENTO DE COKUEOS Ektiia y pai.e roño? oa pías Para todas fartes TOMAS. A. FREGOSO INGENIERO CIVIL IIERMOSILLO SONORA H. CREPIN. DODTOR EN MEDICINA Y CIBUJiA. Oficina en la casa de'Ochoa esqui ñas de calles de campo y Estone. Avenue. Dr. J. M. A. i! Puoso. ICeiico y Cirujano --f sff.'IAl 1STA EN E.NFKKM I'.KA DES " DE 8KSORAS Y NlSoss . frsn,ii oleina dmii consultas gratis I H á los pobres ludo dias de 3 a 4 Ue JLiZA 1 anle, ... - F.i-'a fllspoesto a visitar enfer. wsoa dentro y fuer del lugar. NO'jíAIjE'J A. T. MOBLE V A VEN U E Dr 8. 1 Pucso.. Arizona,-409 Calle del Congreso Tiene mas de 25 nfios de practica Dr. N H. MATAS MEDICO Y CIRUJANO DE PARIS Y NEW OTtLEANS Fspeelaltsla ín parto t en toda clnse rte enterniedales de Iil mu eres: eiifurinmla des de los oíos y de loa oréanos gcnital-'S de lor los sexos. iM-actica operiiL-loneH'diariamente en las pter.it de su deHpuclio. Oficina en la calle de Penlngton, Sum. i Hora de consulta: de las ion las 1J .le la mañana y de las a las 4 de la tuide. -Tie ne siempre vacuna frese W. YBERRI. COKKISSION And Custum-house Agsnt, Comisionista, y agente de ADUANAS Y DEL BANCO NACIONAL EE HZZICO Guaymas, No. 52 Calle del Muelle Y en Nogales, Sonora. CASINO DEL COMERCIO. IIERMOSILLO, SONORA. Cuartos bien amueblados Unifico Restaurant Donde se sirves, Bien condimentadas, comidas a la Espafin!:t, a la Francesa y a la Inglesa. Anexa al Restaurant, hay una bien abastecida CANTINA De los mejores Vinos y Licores europeos y americanos. m ELEGANTE Salón de Billar. paraMos que do ecen distraerse y pasar los ratos de ocio. Los precios son sumamente módicos; cobrándose solo UN PESO CINCUENTA GTS. diario. J-rancdco Arícalo. Agua! agua! La compañía de ama de Tucson está en la esqui na de las calles ístone Avente y Ochoa. Superintendente A. Cronly iise ía nao la prrAO! tí MUY BARATO!! (oo) kp(1'isa de V -í " Churh y Conqreso f Los nial parados miembros aun están en sus puestos, para al fin quedar esparcidos por los vientos. El general en su puesto d;í ordeños de cortar, de segar á derecha e izquierda hasta que so rinda el último! Los'efectos estaran marcados a tales precios que harán competencia a un ciclón de Kansas! Con la costumbre de 'Mirar antes de Resbalar" y con la plena confianza de que el dinero que inviertan les dará un buen resultado. Al reclamo que hace una Casa do Negocios por el patrocinio. Diré algunos buenos puntos en este respecto. BE FKIEiTjE! Cuando les embargue la atención algunos magníficos efectos, en donde está una honesta y leal per sona, que sostiene su reputación. MARCHEN! Cuando les aseguro que positivamente rehuso consentir que algún otro venda mas barato quo yo. Cuando llegen a la tienda que al informarse con ser bien Y extiendan la vista sobre el hermoso surtido de verano del Muchacho Huérfano, que es por cierto tan simpático como cualesquiera otro que o.jos hayan visto. FIKRMES! O sentados, como gusten, porque tanto yo como mis dependientes damos la bienvenida, y tratamos de hacerlos estar como en su propia casa. Para que se Ies ofrescan precios y grandes atracciones; cuando inspeccionen nuestro surtido ESCARCHEN! Lejos de si el perjuicio, y cómprenme á mi los efectos quo necesiten, cuando yo los convenza que Jes interesa hacerlo así. jaJ?IPEJJJ) FILA! V lleven a su casa las compras que hayan hecho, pero no se olviden do volver a la tienda del Huérfano cuando necesiten algo de Ropa, Sombreros, Lencería, Botasi y Zapatos, Baúles, Sacos de viaje Efectos de Fantasía, Ropa Interior para caballeros, etc. etc. No ofresco ningún articulo a menos del costo, no. Tengan presente que no se engaña a nadie en la tienda de JOSEPH P. LONERGAN Sucesor de Lonergan, ITolmcs y Cia. Esquina do las calles Churh y Congres. Estrictamente un Solo Precio láscate 1 que esto reclamo hace,por migo, están no lejos de retribuidos. I! I José Mana Leyva Cajeme- (Apuntes biográficos.) (Continua.) Por lo demás, la persecución contini'aba sobre ellos incesante: so comprendía la necesidad de no dejarles un momento de descanso y no se les dejaba. En los primeros dias de Noviembre los Generales Hernández y Topete emprendieron una nueva expedí eion por ambas márjenes del Yuqui, por los Iug.ire3 que algunos prisioneros señalaban como giiari das de los indios. Durante catorce dias que duró esta operación hubo varios tiroteos con pequeñas partidas de yaquis que aparecian por los bosques y huían sin hacer gran resistencia," se les cojieroa como 300 prisioneros, entre ellos el General del pueblo de Vfcaui. En seguida, el General Hernández destaco tres columnas con 200 hombres de iu íanterla y el 1er- Cuadro de R3-gimiento, dos por un lugar llamado el Buiaru.uo y la tercera hácia las inariímas de la Pitahaya. Eas dos primeras encontraron en el Buiarume un grupo contiderable de Indios dispuestos á defenderse; se trabá el com bate y fueron derrotados perdiendo doce muertos. El suegro de Cajeme, uu indio de edad ya muy avanzad. i de nombre Ta-chino, salió herido en esto encuentro y murió poco después. Por lo bien armados que estaban estos r.dios y por sus vestidos, se creyó que seriau la escolta personal de C.ijeme. A fines del mismo mes de No. viembro, el Coronel Rincón ba. tió á varias partidas de rmyos en terrenos da Yueuribampo y el Carrizo, tomándoles 37 prisioneros y haciéndoles seis muertos.' Eu Diciembre, otra partida le mayos atacó un peq'ieñ ) destaca mentó que había en Santa Cruz, poro fueron rechazados y perdía ron algunos muertos. En el Ya q u i habia sido y continuaba siendo t;in a'jtlva y tan terrible la persecución contra los restos de aquefia heroica tribu, que los grupos de ella que aún se conservaban orinados, no piulíen do, una vez mus, sostenerse en las márgenes dvl rio, repitieron la operación Ue volver íi la sierra del B.icatete, coa la esperanza de encontrar un refugio mas se guro en la montaña y do poder proveerse de alimentos ejecutin do algunas salidas, ora por el valle de (Jtiaymas, ora por los rau dios situados al Norte de la cordillera. No mejoró en la sierra la situación de aquellos djsgra-cidos, pues ademas tlel hiuiljre teman que sufrir un invierno riguroso sin tener ni harapos pira cubrirse. Acosados por la mas premiante de todas las neeesida des, salieron de la sierra la luche del 6 de Diciembre mas de 200 indios, llegaron íl la pequeña hacienda de la Jaimea y so lleva ron como 100 fanegas de maíz y 40 bueyes, recurso precioso para ellos eu aquellas circunstancias. Bien caro lo pagaron, p;jr cierto. El piquete del 11 . Regimiento que estaba situad j en la Misa y algunos vecinos de esta haciea lia, los persiguieron inmediata mente, los lcan.irou ya internándose en la sierra y les hicieron siete muertos. No fué eto todo, pues en seguida' la misina-fuer.. del ll3. y 30 hombres del E -ado que mandaba el Ca. pitan Ignacio Ramos emprendieron una campaña sobre la sierra y en diversos tiroteos mataron 30 indios y recojieroii algunas armas y animales. Ademas, el General OLero por la parte de la cordillera que se llanaa el Tácale, valió varias par tidus de yaquis haciéndoles 17 muertos. I.is miserias quo sufría la tri. bu, hablan llegado al ultimo gra do de exageración. Sin h iber podido sembrar, porque no se los permitió la campana, consumidos ya los ganados de una mane ra completa y sin poder proveerse de alimentos en ninguna parte, 103 indios se morían do hambre. Sin ropa para abrigarse, sin habitaciones. obligados & huir siempre y en medio de un invierno rigoroso, sufrían horriblemente por el frió. Era una fortuna para ellos encontrar un campo de bledos y tener tiemp para recojer la semilla y hacer con ella un alimento grosero é in suticiente que comían con avidez. El bledo, que es un mal forraje para las béstijs, era para lo9 Indios un regalo. Para escaparse del frío por la noche sin encender fuego que los descubriera al enemigo, hacían escavaciones en el suelo, se acostaban en ellas de jando fuera solamente la cabeza y se cubrían con la tierra que ha bian removido. Así, medio se pultados, escapaban siquiera del viento helado de la noche. Muchísimos eran los que habían muerto en la guerra y sin duda eran todavía mas los que habían perecido por el hambre, el frió y la viruela. Varios de los gefes habían muerto, entre o-tros los Gobernadores de Víc.im Bicum, el suegro de Cajeme y el geftí de caballería yaqui Luis Miranda. Eos quo aun qnedaban no tenían mas perspectiva que una muerte segura íi manos de las fuerzas perseguidoras ó, lo que era todavía mil veces peor, por el rigor de la miseria. Eos indios comprendían perfec ta mente bien esta situación, como que veian todos los dias los estragos Ue ella, y aunque los mas obstinados insistían aun en llevar adelante una defensa imposible, muchos de ellos comenzaron íi presentarse en los campa mentos pidiendo la paz. Ka Di ciembre se presentaron en Cójo-rit, de una sola vez, mai de 100 guerreros armados y otros muchos sin armas. Con estos indios que se presentaban y los prlsíone ros que se cogían, era ya muy considerable la cantidad de ellos que habia en los campamentos: solamente en Cócorit se contaban mas de 4,000. Ea situación eu que llegaban á la presencia de las fuerzas era conmovedora en extremo. Pálidos, descarnados, hambrientos y desnudos, pare-clan espectros quo aeabiban de dejarla tumba. Eos soldados y los gefes los veían con lástima, leí daban de comer y era ya tal la f tita de costumbre de alimentarse, que muchos de aquellos in felices, que devoraban con avidez cuanto les daban, morían en seguida de haber comido. Así, era necesario cuidarlos dándole j los alimentos con precaución para nutrirles pojo á poco. Sin em barga de aquella miseria tan grande, nunca se les oí i proferir una queja y la soportaban con verdadero orgullo. Ni los niños revelaban j imás con el llanto el hambre que los devoraba y que te nia sus cuerpos macilentos y enju tos. La soberb ia de aquella raza J altiva no se doblegaba ni ante a-quel infortunio sin ejemplo. Estaban vencidos, enteramente ven cidos 6 impotentes, pero no humillados ni abatidos. J,a granáis vería de la tribu, creyendo igno minioso el acercarse al vencedor para deberle un puñada de maíz, habia preferido 6 seguir defendiéndose eu ios bosques hasta no quedar uno vivo ó salir clandesti ñámente de la sierra y del rio pa ra venir & las haciendas y poblaciones del interior ít buscar la vi da con su trabajo. Sa vieron por entonces en Guaymas, Hanuosi-llo y otros lugares, muchos indios extenuados por la miseria, hambrientos, casi sin poderse sos tener, buscando qus comer al am paro de los de su raza que viven constantemente ea dicha3 poblaciones.El General Martínez hacia lo? J mayores esfuerzos para poder ali mentar aquella multitud hambrienta. Consiguió que el Gobierno General mandara abonar diez centavos diarios para cada Indio, pero como esto, aunque era un alivio, do era suficiente para mantenerlos, ti Gobierno del Estado teaia, por su parte, que estar remitiendo constantemente al Yaqui subsistencias para aquellos desgraciados y manta para que cubrieran su desnudez. El Gobernador Torres promovió en el comercio de Guayaras una suscriciou en favor de los indios y consiguió reunir dos mil peso-, suma que se iuvertió por una jun ta de comerciantes nombrada con ese fin en remitir á los yaquis so metidos en los campamentos, algunos víveres y ropa, que mucho les sirvieron en su desespera da situación . Ea guerra, evidentemente, estaba concluida con el aniquilamiento de los indios, pero como el General Martínez conocía la tenacidad de estos y Cajeme aun permanecía entre ellos, compren dió que era necesario no dejar un solo grupo de yaquis léjos de la vigilancia de las fuerzas, porque en la primera oportunidad que ee le3 presentara podían de nuevo empuñar las armas y prolongar todavia mas x lucha. Eas márgenes del Yaqui, fuera de los campamentos, estaban desier tas; por ninguna parte se encon-trabi un solo indio íl no ser los que estaban sometidos 6 prisioue roa, bajo la vigilancia Inmediata de las fuerzas y era necesario bus car, donde qui3ra que estuviera, el resto de la tribu, reuniría don de pudiera ser vigilada y hacerla comprender que no se trataba ift su exterminio. Muchos eran los indios que se habim refugiado en Guaymas, Hermosillo y las ha ciendas agrleol s de ambos Distritos, muchos eran también los que habia en los campamentos, pero aan no eran todos, faltaban tal vez, los mas guerreros, los mas obstinados, y, sobre todos, Cajeme y varios de sus mas importantes lugartenientes que, mientras no fueran aprehendidos, constituían un serio amago a la tranquilidad de los ríos. El Gral. Martínez tuvo noticia de que en las islas del Siari y de Lobos, muy cerca do la costa del Golfo de Corté, se habían refugiado muchos indios con algunos de su3 cabecillas y entro ellos Ca jeme, y dispuso hacer una expe dieion á aquellos lugares. El 25 de Diciembre el Coronel Lorenzo Torres, se embarcó en G uaymas en el vapor nacional Demócrata con algunas fuerzas y el 28 lo si mio el General Martínez en el Jíorriyan, vaporcito de la com pañía minera del Boleo, en la Baja California. El Co ronel RIn con habia recibido órden de mar char ñor tierra y reunirse en el Siari con el Coronel Torres, pues la faja de agua que separa & a-quella isla de la tierra, es vadea ble en las bajas mareas. El Coro nel Torres logró desembarcar en ella, recegió algunos indios y los condujo a bordo del Demócrata; desembarcó, asi mismo, en otra isla llamada El Piano y recogió allí otros indios y el General Mar t itiez hizo igual operación en la isla de Lobos, reuniendo en jun to una cantidad como de 400indios-. Casi al mismo tiempo que se practicaban esas operaciones el General Hernández emprendió una expedición sobre la sierra y tuvo la fortuna de que se le presentara una multitud como de 1,000 yaquis & quienes trasladó al Médano. Parece que Cajeme estaba en el Rica te te con una escolta y cuando iba & ser aprehen dido se defendió y logró huir per seguido por 30 caballos del 1er Cuadro de Regimiento. De Hermosillo salió una pequeña fuerza de caballería dol Estado procu rando cortarte la retirad hicia la froutera, pero sin obtener nin gun resultado, pues Cajeme era una especie de fantasma que se desvanecía como una sombra en el momento de ponérsele la mano encinal. (Continuar á.) MEXICO Su III ma. el Sr. Obispo de Zx mora, se ha restablecido comple tatúente de las heridas que le in firio el Bachiller Pablo Roja?, cuya demencia se ha comprobado. Eu una corrida de toros en Fuebla acudió el pueblo en masai y como se aglomeraran en las paer us pretendiendo entrar, el oSuial que mandaba el pelotón que daba guardia, mandó hacer fuego sobre la multitud resultando numero sas vijUmis de tal auto de salvji jísmo. El oficial ha sido reducido a pricion y mereee que se le fusile. El Sr. Eulogio G. Gillow, fue nombrado recientemente o. hispo de Oaxaca, y proxtmameu te será consagrado en unos de los principales templos de la ciu dad de México. El 18 del presente es el aui versario de la muerte del inolvl dable C. Benito Juárez. Ha sido autorizado Dn. Al fredo Suarez para pescar caimanes en los rios y esteros del rio Colorado aSit Blas, y desde Ma ta moros a Tuxpan. Se le ha expodido patente de retiro al Geueral Ramón Reguera que está en el hospital de dementes de México r Las siembras de raaiz y fil jul en San Juun del Rio, Queré-taro, 6e han perdido en su ma yor parte r-.r las heladas, ia llu vía y el granizo. ?gUI . caso ha sucedido con las siembras de- tri go en el Estado México; primero por efecto de la sequía y después por las fuertes heladas qus cayeron en Abril y Mayo. Muchos perjuicios y aun dea gracias personóles, en considera ble numero, han causado fuertes lluvias en los Estados de More-los, Jalisco, Puebla, San Luis l'o tosi, Veracruz, Zacatecas, Gua-najuato y Aguascalíentes; muy principalmente on los cuatro pri meros de dichos EstadoJ, donde han quedado centenares de familias reducidas a la miseria. El Congreso de Durango aprobó las reformas a la ConstI tucion federal eu el sentido da la reelección. También en el Estado Oaxa ca han sido las lluvias abundan tes y causado muchos perjuicios. CURIOSO. Los periódicos de medicina de París señalan un hecho patológico de los mas curiosos entre loa hasta ahora registrados en su género.Una niña de doce años se tragó hace siete años un paquete de agujas de acero, sin que desie entonces se haya sentido molesta da por esa absorción insólita. Hace pocos dias que la niña acariciaba & su madre, cuando de repente, al abrazarla, grito éi ta: Me hace3 daño, Juanita, ten" cuidado. Tienes agnjas en las manos? Ay Dios mió! gritó la niña; y se apercibió que le salía u-na aguja de entre la comisura de la uña y la carne. Luego slg-uie ron otras seis; Al día siguiente salieron 20, y asi sucesivamente los dias poste riores. La pobre niQá ha devuel to poco a poco el paquete absor bido siete años Antes. Su estado no inspira ninguna inquietud, y las agujas han sido entregadas á la Academia de Me dicina, sin que ninguna se halle oxidada. TEME LOE ES. -Continúan sin tlendoso ea Eavispa con bastante fuerza y lo mismo en Arizpe. |